Llave parisina

Al vernos frente a las dos salidas de la estación de metro Château de Vincennes, nos envolvió la duda. Sabíamos que era la estación más cercana al hotel que buscábamos, queríamos ir en la dirección correcta pero no sabíamos cómo. Amed (que normalmente se escribiría Ahmed), en un arranque, empezó a recitar en voz alta y pausadamente "De tin marín de do pingüe" (paralelo del "Eeny, meeny, miney, moe" norteamericano) para escoger al azar el camino a seguir, mientras que Eduardo (Lalo para los amigos y gente de confianza), parecía tener un mapa escrito en chino entre sus manos. De la nada, una chica evidentemente francesa, nos ofreció su ayuda hablando en un perfecto español latinoamericano. ¡Jajaja!, Amed y Lalo se quedaron congelados y yo le respondí que buscábamos un hotel. Directamente nos pidió que la dejaráramos ver el mapa y mientras ubicaba cómo llegar al lugar, quiso saber de dónde éramos.
-De México -dijimos todos al mismo tiempo.
-Qué bonito -respondió ella entre un suspiro.
1 Comments:
"... entre un suspiro..."
nice.
un abrazo,
Benjas.
Publicar un comentario
<< Home